El Tribunal Superior de Justicia de Cantabria ha declarado este viernes como accidente laboral la baja por ansiedad de una peón de obra a la que sus compañeros de trabajo le hacían mobbing. Se desestima así el recurso presentado por Gobierno cántabro para que este caso no fuera considerado accidente laboral.
Según la sentencia la llamaban "la rubia, la oficiala" e incluso hacían "ademán de atropellarla con una apisonadora". La víctima trabaja de peón en el servicio de vías y obras de la Consejería de Obras Públicas del Ejecutivo regional cántabro.
La trabajadora, que es oficial de primera en una cuadrilla de siete miembros en la que es la única mujer, "comenzó a recibir por parte de dos compañeros comentarios no relacionados con su actividad laboral", según ratifica la resolución que precisa que "no llamaban a la demandante por su nombre, como hacían con el resto de la cuadrilla".
La sentencia indica, además, que uno de sus compañeros "hizo ademán de atropellarla con una apisonadora" y que "ante una discrepancia laboral uno de los dos trabajadores referidos le dijo a la demandante que no tenía nada que hablar con ella y que se fuera a tomar por culo".
A partir de estos acontecimientos, según considera la sentencia, la mujer comenzó a mostrar "pesadumbre, labilidad frecuente, desesperación y ansiedad" y se vio obligada a buscar ayuda psicológica y psiquiátrica. Se le diagnosticó depresión mayor, ansiedad generalizada y estrés postraumático y presenta "ansiedad, rumiaciones, insomnio, ánimo deprimido, apatía, abulia y anhedonia".
A pesar de que el Gobierno de Cantabria alegó que no se había logrado demostrar que la presión psicológica que padece derive de la conflictividad laboral, el tribunal ha decretado que sí existe relación entre su situación laboral y su ansiedad "dada la inexistencia de procesos previos de incapacidad temporal por ansiedad" y "la clara vinculación entre la sintomatología que presenta y la conflictividad laboral".