Así lo narraba a Onda Cero, Germán González Esteban, uno de los propietarios del establecimiento, quien afirma haberlo visto todo a través de las cámaras de seguridad.
Eran cerca de las 5 de la madrugada, cuando un vehículo de gran cilindrada (método habitual de los alunizajes), se empotraba literalmente con el portón de madera, principal acceso al local.
A pesar de haberlo reforzado con barras, tras haber sido anteriormente víctimas de robos similares; el fuerte impacto reventaba toda su estructura conforme se puede apreciar en la foto, permitiendo en pocos minutos ejecutar el robo de las maquinas de juego.
La policía tiene ya en su poder las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad de la estación de servicio anexa a las instalaciones, donde se aprecia la rapidez con la que varios individuos actúan, "llevando perfectamente estudiado todo el plan perpetrado".
De hecho, el propietario afirma que las "maquinas tragaperras" apenas fueron dañadas, y los ladrones sustraían directamente la recaudación de los billeteros, sin ni siquiera reventar los cajones del cambio.
Casualmente un panadero pasaba a esa hora junto al restaurante, sin dar importancia al hecho de haber un vehículo junto al portón. "Los profesionales que trabajan a esa hora están acostumbrados a pesar del toque de queda a ver circular a otros trabajadores de gremios imprescindibles, lo cuál ha ayudado a los malhechores a pasar desapercibidos", añade González.