Tras dos años si poder mantear al pelele por las restricciones de la pandemia, los muñecos de trapo y paja han vuelto a ser lanzados al aire este Domingo de Resurrección en la glorieta de Argamasilla de Alba en el XV Manteo del Pelele, una celebración organizada por la Agrupación de Coros y Danzas “Mancha Verde” con la colaboración del Ayuntamiento.
La concejala de Festejos, Alba Hilario, ha agradecido a Mancha Verde que después de la pandemia haya decidido retomar esta celebración tan tradicional y que tanto gusta, además, junto al presidente de Mancha Verde, Pablo Martín invitó a todos los asistentes a participar en el manteo.
El pelele es un muñeco de tela y paja que representa a Judas Iscariote, con su manteo se representa, por un lado, el castigo por vender a Jesucristo por treinta monedas, y por otro, la burla del pueblo. Pero el pelele no solo representa a Judas, también la maldad en general, por eso, la tradición imponía, que primero el pelele colgase en los balcones de las casas los días previos al manteo, como exposición pública, y después de ser manteado debía ser quemado en un hoguera, puesto que el fuego limpia y purifica, al menos, eso dice la tradición.
Al manteo le acompañan unas coplillas malintencionadas y picaronas interpretadas por la cantaora y el cantaor del grupo, Peñarroya Jareño y Tomás Almarcha, unas simpáticas letras que suelen gustar mucho al público asistente.
Además, Mancha Verde deleitó a todos los presentes con algunos de sus bailes más conocidos, entre ellos, como no podía ser de otra forma, la ‘Jota del pelele’.
Aunque esta es la décimo quinta edición, hace ya casi veinte años que Mancha Verde decidió celebrar esta fiesta para perpetuarla en el tiempo y darla a conocer entre los más jóvenes y aquellos que no la conocían, pero por distintos motivos no pudo celebrarse todos los años, entre ellos los dos últimos por la pandemia.