La defensa del hombre de 80 años acusado de matar a otro hombre que entró en su casa de La Atalaya (Ciudad Real) ha alegado que "actuó en legítima defensa y con un miedo insuperable".
Así lo ha expresado durante la sesión celebrada este viernes en la Audiencia Provincial de Ciudad Real, en la que se han elegido a los miembros del Tribunal del Jurado y se han expuesto los alegatos iniciales.
El acusado, J.M.L.E, se enfrenta al veredicto de un jurado popular por la muerte de N.D.R.C, un hombre que intentó robar en su casa de campo. El incidente ocurrió durante la madrugada del 1 de agosto de 2021, en plena festividad local en Ciudad Real.
Durante esta primera sesión, la defensa ha escenificado "la mayor pesadilla que nadie quisiera encontrar", explicando que J.M.L.E. vio "a un indocumentado con una motosierra y amenazándole a las dos de la mañana". "Pónganse en su situación", ha detallado a los miembros del jurado, añadiendo que si el fallecido le hubiera llegado a atacar, su representado "estaría muerto".
Asimismo, ha reiterado que "había planeado todo con tal psicopatía que le daba igual" si su representado salía dañado o no y que "cuando se encontró al hombre que entró a su casa, no tuvo opción a otra cosa". "La víctima es mi representado que no planeó ni tuvo intención de matar a nadie, él se levantó y se encontró con la Matanza de Texas", ha añadido.
Así, ha recordado que su representado llevaba 40 años sufriendo en esa casa y que "cuando descansó de todos los atracos, robos y acosos constantes, fue cuando lo llevaron preso". "Cualquier persona quiere gozar de su libertad, pero él era un muerto en vida, con completa angustia", ha subrayado en la sala.
El letrado ha defendido que "el miedo que sufría J.M.L.E.", le provocaba "manía persecutoria", algo que le habría obligado a tapiar las puertas de la casa tras realizar varias denuncias.
Por su parte, la Fiscalía ha reiterado que "la única víctima de todo es la persona que murió". "La intención de esa persona no era atacar ni matar al acusado, era llevarse herramientas, todo lo que pudiera vender en el mercado negro", ha añadido,
Dicho esto, ha insistido en que "la víctima no se acercó al autor" y que "su única intención no era atacar sino llevarse cosas".
El letrado de la acusación particular ha continuado exponiendo que el fallecido "murió agazapado, asustado y sin ningún instrumento a mano que hiciera creer que iba a entrar a robar a esa casa". Ha añadido que "solo tenía mucha hambre, lo que le llevó la noche anterior a entrar a la casa a coger almendras", momento en que el acusado "le amenazó con matarle si volvía".
"Esa noche, el acusado preparó dos escopetas, una de ellas cargada, y aprovechándose de la oscuridad de la noche, se acercó y sin preguntar le mató en un único tiro. Se acercó unos pasos más, le disparó por la espalda, fue a cargar el arma y volvió a disparar", ha insistido.
Los hechos
Según el escrito al que ha tenido acceso Europa Press, el acusado, al escuchar ruidos en su propiedad, se vio enfrentado a un intruso que había accedido a su parcela en el Parque Forestal de La Atalaya. Según el relato, el hombre, pertrechado con herramientas robadas, representaba una amenaza para la seguridad del hogar del anciano.
Despertado por los sonidos, el acusado tomó su escopeta y salió al exterior de su vivienda. Encontrándose a una distancia de 15 metros del presunto ladrón, y sin previo aviso, efectuó dos disparos que acabaron con la vida del intruso. Según los detalles presentados por la Fiscalía, el primer disparo impactó en el tórax, seguido de un segundo en la espalda, causándole heridas mortales.
El juicio continuará este lunes con la declaración del acusado ante el jurado popular, que deberá analizar detenidamente las pruebas y testimonios presentados para determinar la responsabilidad del acusado en el suceso.