Los forenses han asegurado que la herida que aparece en el tórax de la víctima es incisa, cortante y perforante, provocada por un arma blanca, con punta y filo. Y que se tuvo que realizar ejerciendo mucha fuerza de fuera hacia dentro.
Aseguran que la muerte de la víctima fue rápida, el cuchillo entró en un ventrículo del corazón y provocó mucha sangre. Una muerte que, según los forenses, tiene características homicidas porque agresor y víctima estaban frente a frente.
Para los forenses parece inverosímil e inimaginable que la herida en el corazón fuera hecha de manera accidental, con el arma parada en la mano del agresor y cayendo el cuerpo sobre el cuchillo. Recordar que este argumento fue ayer esgrimido por el acusado, quien dijo que él no hizo ningún movimiento para acuchillar sino que fue el cuerpo de la víctima el que cayó sobre el arma blanca.
En el juicio también ha declarado la madre del acusado, quien ha manifestado que poco después de ocurrir los hechos le llamó su hijo y le dijo que había pinchado a una persona en el hombro.
La fiscalía y la acusación particular piden entre 14 y 15 años de cárcel para el acusado por un delito de homicidio, mientras que la defensa considera que su cliente cometió un homicidio imprudente con varias atenuantes, entre ellas, la legítima defensa y solicita su libre absolución.