Los hosteleros ciudadrealeños han señalado en nota de prensa que desde las 23.30 horas empresarios de la zona avisaron a la Policía Local de que había grupos pequeños de jóvenes cargados de bolsas con alcohol en la zona "sin que en ningún momento se actuara para disolverlos, como establece la Ordenanza de Ocio y Convivencia".
Esta pasividad derivó, alegan, en la concentración de más de 3.500 personas, "cientos de ellos menores", consumiendo alcohol "de forma incontrolada y dejando la zona en pésimas condiciones de limpieza y salubridad", todo ello "a pesar de las llamadas de aviso y de lo contemplado en la Ordenanza de Ocio y Convivencia".
"Y sin embargo, en la avenida del Torreón, calle Hidalgos y zona aledañas, la Policía Local, incluso antes de la hora de cierre de establecimientos, instó al levantamiento de terrazas y cierre de locales. Una situación inaudita es exigir el cumplimiento de horario de cierre al empresariado antes de la hora establecida cuando más de 3.000 personas se agolpaban de forma ilegal en la acera de enfrente incumpliendo lo establecido en la Ordenanza de Ocio y Convivencia en aspectos como ruidos, aglomeración y consumo de alcohol en vía pública", han afeado.
"Nos gustaría conocer cuántas actas se levantaron por dichos motivos en los Jardines, si se emitió un Decreto que autorizara esta actividad, y si fue así porqué no se hizo público", han añadido.
Por todo lo anterior, "independientemente de las posibles acciones que quiera adoptar la Asociación Local de Empresarios de Hostelería en su ámbito de actuación y que cuentan a priori con nuestro apoyo", la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo ha denuncia "el cinismo y la doble vara de medir del equipo de Gobierno", así como el "nulo apoyo y empatía al empresariado de una zona tan perseguida y vilipendiada como es el Torreón".
Mención especial, han dicho, merece la actitud de algunos miembros de la Policía Local "quienes actuaron de forma extremadamente rígida con el empresario de la zona frente a la situación que se apreciaba en los Jardines y para cuyo control no debieron recibir instrucciones".
"Nuestros empresarios ya no pueden sentirse más perseguidos y atacados ni nuestros responsables públicos pueden tener menor credibilidad", han concluido.