Este martes han declarado varios testigos, entre ellos, la propietaria del estudio que fue alquilado por Carlos y Nancy Paola cuando en agosto de 2020 se trasladaron desde Ciudad Real a Santander.
Rosa María, así se llama la dueña, asegura que no podía sospechar lo que finalmente ocurrió en el inmueble. Días después de los hechos fue cuando ella entró en el piso y encontró mucha porquería, basura, restos de alimentos, botellas y una maleta abierta con ropa por fuera y el bolso de la víctima. No vio restos de sangre.
Dice que le dio la impresión de que habían salido corriendo del estudio.
La hermana de la propietaria, que vive justo al lado del estudio alquilado por la pareja, ha declarado que cuando el acusado se marchó y le entregó a ella las llaves del apartamento iba solo, sin la chica.
En el juicio también ha testificado un camarero que en aquella época trabajaba en un bar de la zona. Ha contado que en el día de los hechos, el 20 de agosto, estaba cerrando el bar, era ya de noche, el acusado se acercó para que le sirviera un whisky y le contó que habían matado a su mujer embarazada en Estados Unidos.
El juicio está previsto que finalice el próximo 21 de este mes.