El tratamiento es caro, el bote de 30 pastillas, una al día, tiene un coste de 11.000 euros, 132.000 euros al año por enfermo, pero la opción es la muerte. En España hay unas 500 personas que padecen esta variante de una enfermedad ya de por sí rara. Y de ellas unas 200 están incluidas en ensayos clínicos que financian el tratamiento, pero aún hay 300 personas que podrían morir a causa de esta decisión administrativa.
Uno de los enfermos de amiloidosis cardíaca, Francisco Ruiz, ha puesto voz a la historia de estos pacientes. Ruiz pertenece a la Asociación Amilo y están intentando que se conozca esta decisión del Ministerio de Salud para ver si hay posibilidad de revertirla. En una entrevista para Más de Uno Valdepeñas nos ha contado el drama que están viviendo y lo doloroso que resulta ver como hay partidas presupuestarias para cuestiones menos importantes porque, como Francisco ha destacado, "primero de todo esto es la salud de las personas". En su caso forma parte de un ensayo, pero conoce el caso de gente que lo ha vendido todo para poder financiar el tratamiento y que finalmente se han quedado sin dinero.
Francisco es un luchado; este ex Policía Municipal sobrevivió a 12 disparos que miembros de ETA le asestaron y ahora quiere sobrevivir a la puñalada que supone esta decisión financiera.