Un preso en aislamiento del centro penitenciario Quatre Camins de Barcelona ha agredido este martes a tres funcionarios de la prisión cuando procedían a trasladarlo de celda. Uno de ellos salió peor parado: el interno le mordió el dedo gordo de la mano izquierda, arrancándole la falange.
Los hechos sucedieron alrededor de las 16:45 del martes 23, según han confirmado a Europa Press fuentes de la Conselleria de Justicia y del Departament Especial de Règim Tancat (DERT). En el momento de la agresión, los funcionarios tuvieron que pedir ayuda para reducirlo, lo que empeoró la situación que desembocó en el mordisco. La persona atacada tuvo que ser atendida por los servicios médicos de la cárcel y después por la mutua profesional, a pesar de llevar guantes anticorte, debido a la agresividad del ataque.
Protagonizó otro incidente semejante en octubre
Desde la Consellería señalan que el preso se encontraba en aislamiento por agredir a otro interno mientras cumple una condena de dos años, pero nunca se había enfrentado a los funcionarios. El pasado mes de octubre, el recluso interno le arrancó la oreja a otro reo durante una pelea. Dos semanas después de que ocurriera dicho incidente, el preso ha acumulado varios partes por amenazas, escupitajos e insultos hacia las funcionarias del centro.
Lluvia de críticas por parte de los sindicatos
El CSIF se ha pronunciado y ha denunciado los hechos, ya que "los Servicios Penitenciarios no han hecho nada al respecto" con los partes. Reportan que no hay "ningún protocolo ni seguimiento". Por su parte, ni el jefe de Unidad Especializada del DERT, que había autorizado el traslado, ni el equipo directivo de la prisión han sido capaces de salvaguardar la integridad de sus trabajadores estableciendo unas directrices claras.
"Todo en este centro es para y por los derechos de los internos. Los funcionarios, su seguridad, su salud y sus derechos están de más. Lo ocurrido hoy es un sin razón, es el fruto de la incompetencia manifiesta de un grupo de personas que han perdido el norte, el talante y la capacidad de dirigir un centro penitenciario", manifestaban. El CSIF insiste que un episodio como este es la prueba de que "algo no funciona en el modelo penitenciario catalán" y que "esta y todas las agresiones se habrían podido evitar si los responsables del centro hubieran tomado las medidas de seguridad oportunas para frenar las continuas muestras de violencia de este interno y otros".
En su nota de prensa, cargan contra la dirección de la prisión que ni siquiera facilitó una ambulancia al agredido. El hombre tuvo que ser trasladado al hospital por un compañero, con la parte amputada en un recipiente. Ahora, exigen el cese inmediato de todo el equipo directivo.
También CC.OO. ha criticado la "falta de análisis y actuación de los equipos directivos" de los centros penitenciarios a la hora de evitar agresiones de este tipo, que según indica el sindicato, se repiten reiteradamente. UGT Prisiones ha anunciado, a través de un comunicado, que unos 50 funcionarios se han encerrado en la sede de la Conselleria por las "continuas agresiones" a los trabajadores de prisiones.
