En el modernismo era habitual que los arquitectos incluyesen en el edificio en cuestión, elementos relacionados con el propietario. Julià Bretos nos trae algunos de estos ejemplos que podemos ver por Barcelona si abrimos bien los ojos
La casa de los paraguas
La Casa Bruno Cuadros, también conocida como La casa de los paraguas es uno de estos ejemplos de mimetismo arquitectónico. En la fachada de este edificio se pueden observar unos paraguas y unos abanicos y esto es por un simple motivo: la tienda que estaba ubicada en este edificio se dedicaba a vender estos objetos.
Su arquitecto, Josep Vilaseca, es considerado uno de los primeros modernistas y fue el profesor de la mayoría de los arquitectos de la época. Entre sus obras destaca el Arc de Triomf o el panteón de estilo egipcio de los Batlló.
Más de 400 caracoles
Otro ejemplo lo vemos en La casa dels Cargols, la obra maestra de Carles Bosch ubicada en la calle Enteça de Barcelona. Desde las cornistas hasta las bigas pasando por las barandillas están llenas de estos animales. De hecho, se cuentan más de 400. Según cuenta la leyenda, su propietario, Miquel Ribera, salió con unos amigos a recolectar caracoles y se encontró con un montón de dinero, una historia que se muestra, por cierto, en el edificio.