En dicho documento, González señala que el precio del alquiler era de 2.000 euros, cantidad que no consideraba barata "teniendo en cuenta la crisis y que los inmuebles solo se alquilaban en temporada alta y ellos lo hacían para toda la temporada".
Respecto a la adquisición posterior del ático, el expresidente la califica de "una buena operación" porque había habido una bajada del mercado inmobiliario y por eso consideraba que era "una buena compra".
González especificó en su declaración que compraron el ático por 741.100 euros con 600.000 euros de la indemnización laboral de su esposa, Lourdes Cavero (también investigada en este caso), y con un crédito de la entidad bancaria La Caixa.