Laro es un niño de 8 años, que vivía en Reinosa, Cantabria, con sus padres y su hermano Martín. Un día, jugando con sus amigos, se dio un golpe en la pierna que le derivó en una cojera y que permitió que le diagnosticasen sarcoma de Ewing. Se trata de una especie de cáncer de hueso, poco común, que suele diagnosticarse en niños y que requiere de un tratamiento muy agresivo.
Ahora vive en una casa a un minuto escaso andando del Hospital Niño Jesús, aquí en Madrid: la casa Ronald McDonald. Allí está instalado junto a sus padres, su hermano, y otras 29 familias que tienen también a un niño enfermo. Es una casa enorme, con varias salitas de juegos, otra de tele, otra de ordenadores y una cocina con un espacio para cada familia.
Los diagnósticos son complicados y las familias viven situaciones muy duras. Una forma de evadirse es aprovechando cuando vienen sus familias a visitarles, y pasan el día todos juntos en la casa. Pese a su situación, los niños no dejan de necesitar la vitamina que resultan para ellos sus familiares y también a sus hermanos. Laro tiene a Martín, de 13 años, que también vive en la casa Ronald, salvo en la época de cole, que se vuelve a su pueblo con su abuela. Ahora en verano es cuando más ambiente hay en la casa, y cuando se juntan todos hacen múltiples actividades por toda la ciudad.
La clave de la Fundación Ronald McDonald es la cercanía. Primero al hospital, facilitando que las altas se las den antes y que ante cualquier emergencia tarden apenas un minuto en llegar a la puerta de Urgencias. Cercanía al centro, al Retiro y a las calles llenas de vida de Madrid; también a sus familias, a su gente que aún lejos siempre tienen las puertas abiertas. Y, por supuesto, a sus padres y a sus hermanos, que son fundamentales en el proceso.
La historia de estos dos niños es muy parecida a la de los hermanos que protagonizan el corto 'Capitán Olson', disponible en Youtube, que, pese a la enfermedad del pequeño, viven juntos en la casa... porque una familia unida es un niño más fuerte.
Hablamos con la mamá de Laro y con Martín, también con Rocío Balson, responsable de comunicación de la Fundación Ronald McDonald sobre la casa y su funcionamiento.