La Policía Nacional lleva desde diciembre investigando el caso, después de que una mujer presentara una denuncia en la comisaria de Fuencarral El Pardo. La mujer relató los hechos que se correspondían a un caso de trata de seres humanos con fines de explotación.
En la denuncia, la mujer explicaba que había llegado desde Perú a través de un hombre que le había prometido trabajo como camarera después de asumir él los gastos del viaje. Cuando llegó le obligaron a ejercer la prostitución para devolver el dinero que había costado introducirla en España.
Con estos datos, la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Madrid comenzó la investigación que pronto llevó a descubrir que había al menos dos víctimas más que confirmaron los hechos, que el detenido traía mujeres de Sudamérica, para explotarlas sexualmente en dos clubes de alterne y un piso-prostíbulo que regentaba en la ciudad de Madrid.
Los agentes descubrieron además que en ocasiones agredían sexualmente a las mujeres y les obligaban a consumir drogas y sustancias alcohólicas. Una de las víctimas, fue agredida en tres ocasiones, otra de ellas fue atacada con ayuda de una mujer, que era la consorte del proxeneta.
Las mujeres eran aisladas y controladas las 24 horas
Gracias a las pesquisas se ha averiguado que la mitad del dinero que las víctimas recibían era para pagar la deuda que habían contraído por el viaje, además todos los meses tenían que pagar 200 euros por el alquiler de la habitación en la que residían. Además, se ha descubierto que las mujeres eran controladas en todo momento por el detenido, que las mantenía totalmente aisladas.
En los registros que ha llevado a cabo la policía, los agentes se han incautado de fotocopias de pasaportes, cuadernos con anotaciones referidas a los servicios de las chicas, más de 20.000 euros en efectivo y diversa cantidad de estupefacientes. Ambos, el hombre y la mujer, han sido detenidos