Activistas de Greenpeace han cubierto con carteles en los que se puede leer "Sin stock. Planeta agotado" los escaparates de establecimientos de grandes cadenas de la Gran Vía de Madrid para denunciar los efectos sobre el medio ambiente del consumismo desatado por campañas como el Black Friday.
La "moda rápida" es sólo la punta del iceberg del consumismo y de sus efectos ambientales y sociales y gobiernos, empresas y ciudades deberían primar alternativas como la reutilización, la reparación, el rellenado y el intercambio, según Greenpeace.
Para la organización, la Gran Vía de Madrid es un ejemplo de cómo las ciudades están siendo transformadas en centros comerciales que asfixian a las pequeñas tiendas y el consumismo que se promueve con campañas como Black Friday "esquilma los recursos del planeta y agrava el cambio climático y la pérdida de biodiversidad".
Para denunciar que el Black Friday destruye el planeta, además de pegar carteles, los activistas han cubierto de pintura negra (ecológica y lavable) los escaparates de H&M, Primark, Mango y Lefties.