Carmen Rodríguez, una de las amigas que acompañaba a las jóvenes fallecidas en la tragedia, ha asegurado que, a pesar de la avalancha, la fiesta no se detuvo y que ningún miembro de la organización acudió a socorrerles.
Su grupo era el que estaba debajo de toda la multitud. Los relaciones públicas dijeron días antes que a la fiesta iban 20.000 personas, y ha declarado que ese día en la pista, era imposible moverse.
Isabel de la Fuente, madre de una de las fallecidas, ha declarado ante la prensa que "a partir de ahora" empieza la verdad porque las declaraciones de los acusados fueron una representación.