Ramón Espinar defiende que todo fue "ético" y que ocurrió por un problema que "le pasa a mucha gente". Tuvo que vender una vivienda porque no se la podía pagar, ha explicado que los 60.000 euros de la entrada procedían de un préstamo familiar y que el precio de la venta fue el que impuso la Comunidad de Madrid.
El portavoz de Podemos en el Senado se siente legitimado para mantener su candidatura, "uno debe ser coherente siempre con su conciencia. Cuando uno cree que en este país hay determinados intereses que están intentando intervenir formaciones políticas, tiene que dar explicaciones a la ciudadanía y no permitir bajo ningún concepto que ningún interés que no sea el de los inscritos de Podemos se inmiscuya en un proceso de elecciones primarias".
Los 60.000 euros del préstamo, una cantidad que no considera escandalosa, los devolvió íntegramente cuando la vendió.
Espinar ha explicado que esa operación es perfectamente legal, la venta se produjo en el año 2011 y en 2014 tuiteaba "esto hay que cambiarlo, pasar de concebir la vivienda como inversión pelotazo a pensarla como derecho".