Lo ha dicho en la tercera sesión de la vista oral que se celebra desde el pasado martes en la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Madrid contra Antonio Ortiz, para quien la Fiscalía pide 77 años de prisión por secuestrar y agredir sexualmente a cuatro niñas.
En su declaración como testigo, el inspector jefe del Servicio de Atención a la Familia (SAF) de la Policía Nacional ha explicado que el 13 de septiembre de 2013, unos padres avisaron a la Policía de que echaban de menos a su hija, quien había sido vista por última vez en un parque.
Horas más tarde, la pequeña, de cinco años, apareció en una gasolinera que no estaba muy lejos del parque "hablando de un hombre malo que era amigo de su madre y que tenía unas bolsas para ella".
Allí la recogieron unos viandantes que afirmaron que la menor estaba muy nerviosa y que "estuvo a punto de ser atropellada". También escucharon un frenazo brusco de un coche pero ni ellos pudieron dar más detalles ni tampoco la niña porque "dada su corta edad y nerviosismo costó mucho sacarle información".
El inspector jefe ha contado que el SAF inició una investigación sobre este asunto que llegó a un punto muerto al quedarse sin indicios suficientes para resolverlo. "Pero el asunto quedó ahí", ha agregado.