El desarrollo del primer Plan Municipal de Salud Mental ha arrancado con las primeras reuniones del grupo motor y de la comisión técnica de seguimiento que se encargarán de realizar un diagnóstico participativo de la situación actual de Alicante en materia de salud mental y de proponer y priorizar medidas y programas para mejorarla.
La concejala de Bienestar Social, Begoña León, destaca que “en el Ayuntamiento de Alicante hemos puesto el foco en la salud mental porque es un asunto que nos preocupa y nuestro objetivo es ofrecer respuestas y programas adecuados a las necesidades de los alicantinos afectados por alguna patología de este tipo”.
Para ello, ha añadido León, “es fundamental este proceso previo de diagnóstico participativo, coordinado por el Ayuntamiento y la Universidad de Alicante, en el que queremos implicar a toda la sociedad alicantina y sobre todo a quienes conocen a fondo la situación de la salud mental en Alicante y las necesidades que tienen las personas afectadas".
Está previsto que en el plazo de un año se identifiquen de forma participativa los problemas, necesidades, demandas y preferencias en materia de salud mental y se construyan propuestas y líneas de actuación que se plasmarán en un documento en el que se definirán las prioridades y se definirá una hoja de ruta según la importancia, urgencia y viabilidad de las diferentes acciones consensuadas. Documento que será la base del Plan Municipal de Salud Mental de Alicante.
El grupo de trabajo
En el grupo motor están representados profesionales del sector socio sanitario, entidades especializadas, y asociaciones ciudadanas. “Ellos serán los encargados, con la supervisión del equipo técnico de la Universidad de Alicante, de realizar el diagnóstico de la situación y plantear propuestas y medidas, que recogeremos en el primer Plan Municipal de Salud Mental de Alicante”, apunta León. La comisión técnica de seguimiento del proyecto está integrada por técnicos de distintas concejalías implicadas.
Las primeras reuniones han servido para identificar seis perfiles de población prioritarios sobre los que articular el plan: personas en situación de vulnerabilidad, adolescentes y niños, personas en situación de soledad no deseada, mayores, personas con adicciones y migrantes.
Además, se han establecido cinco grandes áreas de trabajo que se abordarán para cada sector de población: derechos sociales, concienciación, inclusión, protección social y red de apoyo comunitario.