El dietista-nutricionista Alejandro Oncina Cánovas ha liderado el estudio de la Unidad de Epidemiología de la Nutrición de la UMH, dirigida por Jesús Vioque.
En el estudio llevado a cabo en la UMH y publicado en la revista Cancers, observaron que en comparación con los que tenían un menor consumo total de lácteos (206 gramos/día), los que tenían un consumo moderado (206–445 gramos/día) presentaron un 41% menos riesgo de desarrollar cáncer de esófago. Además, un mayor consumo de lácteos fermentados se asoció a un 45% menos riesgo de cáncer de esófago y un 32% menos riesgo de cáncer de estómago, mientras que un mayor consumo de postres lácteos azucarados se asoció con un 85% más riesgo de cáncer de estómago frente a los de menor consumo. Sin embargo, los investigadores recomiendan la realización de más estudios para confirmar los resultados y acumular más evidencia, en particular sobre el efecto de productos lácteos específicos en cada cáncer