Un control rutinario dispuesto por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil en la carretera Elche-Santa Pola ha facilitado la localización de un camión que transportaba de forma irregular más de 400 kilos de pescado.
Se estima que el valor en el mercado del pescado incautado habría podido alcanzar los 4000 euros.
Los agentes del instituto armado han incoado expediente sancionador contra el titular del camión inspeccionado por presuntos infracciones en a la legislación vigente en relación a la Seguridad Alimentaria y Nutrición; a la Identificación de los Productos de Pesca; a la de Defensa de los Recursos Pesqueros; a la de Pesca Marítima; y al Impuesto Sobre el Valor Añadido.
Según ha informado la Guardia Civil en un comunicado, el conductor del vehículo aseguró a los agentes que el pescado que transportaba procedía de Santa Pola e iba destino a la Comunidad de Madrid.
En la inspección del vehículo refrigerado, se comprobó que éste no iba rotulado y que en su interior llevaba “un gran número de cajas de pescado fresco de diversas especies, apiladas en palés”. Transportaba gamba blanca, salmonete, cigala, bonito, merluza, cangrejo y morralla.
En esa revisión los agentes no localizaron en las cajas las etiquetas obligatorias identificativas del producto y de su trazabilidad. Así que decidieron proceder a una inspección más exhaustiva, en la que se detectaron otras irregularidades.
Así, de la totalidad de productos que transportaba el camión (1.883 kilogramos), 715 kilos no estaban amparados por el documento de transporte ni constaba documentalmente su destino. Además, 49 cajas (402 kilos), no llevaban ningún tipo de etiquetado identificativo, no pudiéndose acreditar la trazabilidad, es decir, su lícito origen.
Para eludir los controles, estaban dispuestas alternativamente entre otras que sí portaban la etiqueta obligatoria.
De esas 49 cajas, además, en 17 de ellas (más de 120 kilos), la talla de los ejemplares era inferior a 20 centímetros.
Por otro lado, el transportista tampoco presentó el certificado de homologación y características de la caja isotérmica del camión, así como su preceptivo registro de auto control de la temperatura de los alimentos transportados, no pudiendo asegurarse haber preservado la correcta cadena de frío necesaria para el transporte de esos alimentos.
Los 402 kilos de pescado sin etiquetar, del que además no se aportó ningún tipo de albarán, factura u otro documento que acreditara su procedencia ni destino legal, ha sido intervenido y puesto a disposición de la Conselleria de Agricultura de la Generalitat Valenciana.