Investigadores del Instituto de Neurociencias de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche han descubierto que la pérdida de la expresión de un gen denominado MIR3607 durante la evolución provocó una disminución del tamaño de la corteza cerebral de las especies con cerebros pequeños, como el ratón.
El estudio, publicado en la revista ‘Science Advances’, sostiene que ese gen se activa durante el desarrollo embrionario de los mamíferos que tienen un cerebro muy grande, como los humanos, y permanece apagado en los que tienen este órgano pequeño, como el ratón.
Los investigadores, liderados por el científico Víctor Borrell, han descubierto además que frente a la de la mayoría de los mamíferos, que ha ido aumentando su superficie a través de circunvoluciones y surcos, similar a un relieve de picos y valles, la corteza cerebral de los ratones se hizo pequeña y lisa.
Hasta ahora, los mecanismos genéticos que subyacen a esta pérdida secundaria en la evolución del cerebro de los roedores eran completamente desconocidos.
"Con nuestro trabajo mostramos que el microARN MIR3607 se expresa embrionariamente en la gran corteza cerebral de los primates y carnívoros, como el hurón, pero no en el ratón", ha señalado Borrell.
Los microARN como MIR3607 son pequeños ARN que regulan la expresión de otros genes, por lo que son esenciales durante el desarrollo embrionario. De hecho, la evolución de las distintas especies animales va en paralelo a la aparición de nuevos miARNs que han promovido la diversidad durante el desarrollo embrionario.
El trabajo también desvela que el gen MIR3607 tiene funciones clave en el desarrollo embrionario de la corteza cerebral como aumentar el número de células madre neurales para potenciar la formación de neuronas.
Los investigadores llegaron a esta conclusión después de expresar artificialmente el gen MIR3607 en la corteza cerebral de embriones de ratón y observar que la expresión de este microARN es en sí misma suficiente para promover la expansión de la zona ventricular del cerebro, la capa donde nacen las células madre que generan las neuronas.
Además, corroboraron que al sobreexpresar MIR3607 en organoides cerebrales humanos también provocaba la expansión de estas células madre.