La hostelería de Benidorm necesita entre 3.500 y 5.000 trabajadores más para poder completar las plantillas de cara a Semana Santa y el verano y confía en que la llegada de refugiados ucranianos a la ciudad pueda ayudar a cubrir estas vacantes.
En declaraciones a Onda Cero Marina Baixa el presidente de la Asociación de Bares, Restaurantes y Cafeterías de Benidorm (ABRECA), Javier del Castillo, ha anunciado que el colectivo tiene previsto solicitar una reunión con el Ayuntamiento de Benidorm para colaborar en la posibilidad de ofrecer puestos de trabajo a los refugiados para que éstos “puedan tener la oportunidad de una nueva vida” al tiempo que los hosteleros pueden contratar a los trabajadores que les hacen falta y que están teniendo verdaderos problemas para encontrar.
ABRECA ya tiene una bolsa de empleo, Benijob, a la que pueden apuntarse los trabajadores del ramo de la hostelería que estén buscando empleo y a la que pueden recurrir los asociados de ABRECA para buscar refuerzos o completar sus plantillas. Aún así, según Del Castillo, la hostelería de Benidorm necesita para la próxima Semana Santa entre 3.000 y 5.000 trabajadores más. No solo se necesita entre 3.000 y 3.500 camareros sino que la demanda se extiende a todos los trabajadores relacionados con la hostelería entre cocineros, personal de mantenimiento, limpieza y todo tipo de ayudantes.
El presidente de ABRECA afirma que la posibilidad de cubrir el déficit de mano de obra con refugiados ucranianos es “una propuesta que está encima de la mesa” y que se se abordará en junta directiva de la asociación para “concretar fechas y definir bajo que términos podríamos hacerlo” y posteriormente se solicitará una reunión con el alcalde de Benidorm para “conocer como está articulando la ayuda a estos refugiados y si va a ceder albergues o viviendas para que algunos puedan venir a la ciudad y nosotros, dentro de nuestras posibilidades, poder ofrecer puestos de trabajo”.
El siguiente paso seria resolver las cuestiones relacionadas con el idioma o la profesionalización. En este sentido Javier del Castillo confía en que las instituciones ofrezcan también ayuda en este sentido. “Sabemos de ayuntamientos que están poniendo profesores de castellano a estas personas para facilitar su integración y, en cuanto a la profesionalización, creemos que poco a poco nosotros podremos ir formándolos y enseñándolos y no habrá problema”, ha añadido.