Los agentes de la Guardia Civil y el SEPRONA lograron inmovilizar, durante su venta y distribución, más de cien kilogramos de pescado de la especie merluccius merluccius, una variedad de merluza, que no había alcanzado la medida mínima permitida para su pesca y que estaba inmaduro, siendo ilegal su captura.
Los ejemplares intervenidos no superaban los 16 centímetros, 4 centímetros menos del mínimo legal. Los agentes llevaron a cabo la operación el pasado 21 de abril, cuando comprobaron irregularidades referentes a las distintas legislaciones sobre pesca.
Los ejemplares habían sido capturados y comercializados por los presuntos infractores sin haber sido presentados previamente para una primera venta en la lonja del pescado de Altea, evitando de esa manera la posibilidad de certificar su trazabilidad legal. Por el contrario, los habían ocultado entre otras piezas cuya trazabilidad y talla eran correctas, con la finalidad de eludir el control policial. Este pescado se vendía a unos 3 €/Kg., como precio medio, cuando en el mercado alcanza los 12 €/Kg.
La empresa infractora se enfrenta a una sanción que podría alcanzar los 60.000 euros.
Por ser producto perecedero, el pescado intervenido ha sido donado a una entidad benéfica.