La crítica gastronómica de Santos Ruiz gira hoy en torno a los postres. Muchos restaurantes no los cuidan como deberían, pero algunos sí lo hacen, como Fierro, Fraula, Ricard Camarena o El Bressol.
Santos hace hincapié en que más vale encargar el postre fuera, en un buen obrador, que ofrecer al cliente un postre “casero” que no está nada bueno.