El Ayuntamiento de València ha modificado los pliegos de condiciones de los contratos que regulan los comedores escolares de los colegios y escuelas infantiles municipales, con el fin de que ofrezcan menús más saludables basados en la dieta mediterránea. A partir de ahora las empresas gestoras de este servicio deberán ofrecer más verduras y hortalizas de temporada, y menos carnes o alimentos procesados. Cinco años de trabajo le ha costado al Ayuntamiento llevar a cabo estos cambios en los pliegos, desde que en 2017 anunciara su intención de luchar contra la obesidad infantil a través de los comedores escolares.
La concejala de educación, Maite Ibáñez, ha explicado que en los nuevos contratos se primarán los criterios nutricionales o educativos, por encima de la oferta económica. El objetivo es evitar que las licitaciones a la baja impidan suministrar una alimentación sana y de calidad. Ibáñez ha señalado que al menos la mitad de los alimentos deberán ser ecológicos. Una exigencia que en el caso de las naranjas y las mandarinas llegará al cien por cien:
Además las naranjas y las mandarinas, igual que el aceite y el arroz, deberán ser de producción valenciana. Los menús no podrán incluir más de dos platos de carne a la semana, ni más de tres de alimentos procesados. Se exigirá también el uso de cereales integrales y lácteos sin azúcares añadidos, así como moderar el uso de la sal.
Al margen de los ingredientes de los menús, los pliegos primarán aquellas ofertas que potencien la labor educativa de los comedores, o la formación del personal de cocina en nuevas técnicas culinarias.