La investigación sobre la desaparición del joven de 21 años Pablo Sierra el pasado 3 de diciembre en Badajoz sigue "con la mayor discreción y sigilo posible", de manera que se contribuya "a esclarecer la situación cuanto antes".
Así lo ha señalado el subdelegado del Gobierno en Badajoz, Francisco Alejandro Mendoza, este lunes a preguntas de los periodistas por el caso de este joven estudiante de la Universidad de Extremadura del que se desconoce su paradero desde hace ya diez días.
Ante esta situación, ha instado a "dejar trabajar" a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, en aras de que "recaben toda la información posible para continuar con las líneas de investigación que ya se tienen abiertas", con el objetivo de que se pueda "esclarecer el asunto cuanto antes", ha insistido.
De igual modo, ha recordado que la investigación está bajo secreto de sumario, por lo que "poca información" de la que disponga puede facilitar a los medios, acerca de los cuales ha querido agradecer "el rigor y profesionalidad que han demostrado los medios regionales y las delegaciones de los medios nacionales en Extremadura con respecto al tratamiento que se ha dispensado a este asunto".
Respecto a la posibilidad que ofrece el Centro Nacional de Desaparecidos (CNDES) a través de la página del Ministerio del Interior de facilitar información relativa a Pablo Sierra de forma anónima, el subdelegado ha explicado que las vías de acceso a la información "están abiertas permanentemente desde el primer día" y que se recaba "cualquier colaboración que sea susceptible de contribuir a esclarecer este suceso", ha indicado.
Pablo mide 1,75 centímetros de estatura, es de complexión atlética, tiene el pelo moreno con flequillo rizado y ojos marrones. En el momento de su desaparición vestía camisa azul, pantalón vaquero, chaqueta azul y zapatillas blancas.
El subdelegado del Gobierno en Badajoz ha hecho estas declaraciones a los medios, a preguntas de los periodistas, tras guardar un minuto de silencio en memoria de las últimas víctimas de violencia de género a las puertas de la Delegación del Gobierno en Extremadura, en la capital pacense.
