CAVA

Agricultores de Tierra de Barros esperan que la caída de producción de uva de cava en Cataluña aumente los precios de la extremeña

En 2023 la cosecha de uva destinada a la producción de cava se situó en los 213,8 millones de kilos, muy lejos de los 276,8 millones de 2022, que ni siquiera lograron los 310 millones que el mercado demanda.

Redacción

Extremadura |

Viñedos
Viñedos | España

La Comunidad de Labradores y Ganaderos de Almendralejo ha confiado en que la caída de un 30 por ciento en la producción de uva de cava en Cataluña eleve el precio que se pagará a los profesionales en Tierra de Barros.

Así, ha indicado que espera que los productores de Almendralejo lleguen a cobrar un importe equiparable al que se paga en resto de las zonas que acoge el paraguas de la DO Cava, que el pasado año se situó en 0,70 euros para el kilo de la variedad macabeo.

Y es que, en 2023 la cosecha de uva destinada a la producción de cava se situó en los 213,8 millones de kilos, muy lejos de los 276,8 millones de 2022, que ni siquiera lograron los 310 millones que el mercado demanda.

La sequía que azota a Cataluña en los últimos años ha llevado al consejo Regulador de la Denominación de Origen (CRDO) Cava a adoptar una serie de medidas que permita mantener abastecida la demanda del mercado y garantizado un precio para el productor de estas variedades de uva, ha indicado la Clygal.

Así, para la cosecha de 2024 la primera de las excepcionalidades consiste en incrementar el rendimiento del prensado de la uva, de manera que, si hasta ahora estaba establecido en un 66 por ciento por cada kilo de uva, en esta campaña pueda elevarse hasta el 74 por ciento. "Se estima que esta medida podría conseguir contar con unos 6 o 7 millones de litros de cava más", ha señalado.

La "segunda licencia" que se permitirá este año consistirá en que los rendimientos por hectárea se eleven de los 12.000 kilos establecidos hasta los 15.000 aunque, para ello, será necesario que los productores inscriban previamente esas parcelas en un registro temporal que el CRDO Cava ha habilitado desde el 1 de junio, y que los técnicos procedan a un aforamiento de esas fincas.

La tercera cuestión se refiere a ampliar, de modo excepcional para este año, la inclusión de hasta un 15 por ciento de variedades de uva ‘no aptas’ para la elaboración de cava según las reconocidas por el CRDO, pero que sí se admitirán en este caso, "siempre que esas explotaciones se encuentren dentro del término reconocido como productor de cava".

En este sentido tendrán entrada las variedades pardina, cayetana y tempranillo, siempre que la variedad de tinto no se utilice para la elaboración de cava rosado, ha apuntado la Comunidad de Labradores.