El diario El País publica que el Gobierno ha demandado en los Juzgados de A Coruña a la familia Franco para que devuelva el Pazo de Meirás, según un acta notarial que demostraría que la venta fue fraudulenta.
Ese acta notarial demuestra que la Junta Pro-Pazo adquirió la propiedad el 3 de agosto de 1938 para regalársela a Franco.
Fue tras una cuestación popular de más de 400.000 pesetas entre los vecinos de la zona que finalmente se convirtió en forzosa.
Tres años después -en 1941 y cuando ya era jefe del Estado- figura un contrato de compraventa del Pazo por 85.000 pesetas a los herederos de Emilia Pardo Bazán, los anteriores propietarios.
Según la demanda, se trata de un negocio simulado e incide también en que desde 1938 la propiedad y sus accesos fueron remodelados con cargo a la Diputación de A Coruña y que desde ese momento también funcionó como residencia de verano del dictador mantenida exclusivamente con fondos públicos.