Las altas temperaturas pueden provocar una disminución de la lágrima por evaporación, siendo nuestros ojos más sensibles a humos, alérgenos,… ya que hay una mayor concentración en el aire. Esto puede dar lugar a conjuntivitis alérgicas, mayor escozor ocular o queratitis.
Escucha algunos de los consejos que te da uno de los mejores oftalmólogos, el Dr. González Costea.