Iñigo Moreno, estudiante de 20 años del Ciclo de Grado Superior de Construcciones Metálicas de Mendizabala, acaba de registrar su modelo de utilidad, en la Oficina de Patentes y Marcas ya especifica que no vale solo una idea.
Después de un larguísimo trabajo, con este título otorgado por el Estado, su idea queda protegida y durante los próximos 10 años, tendrá derecho a impedir que otros fabriquen, vendan o utilicen comercialmente su invención.
Iñigo se siente muy satisfecho por todo lo que ha logrado hasta ahora. Reconoce que hace un año este nuevo componente no era más que un dibujo y hoy es un producto con prototipado y opción de fabricación. “Sin la ayuda de mis profesores, Olga Bengoetxea y, especialmente, Angel Dordio, con quien me reunía los viernes por la tarde o en los recreos para ir madurando la idea, esto no hubiera sido posible” reconoce Iñigo, agradecido por el apoyo recibido.