La mitad de la sociedad vasca considera que en el año 2050 comerá peor que ahora. Un pesimismo que acompañan con datos como que la rutina diaria deja poco tiempo para cocinar o falta acceso a mayor información sobre los alimentos. De hecho, el 73% se queja de escasa información para comer de manera saludable. Además, 8 de cada 10 vascos son escépticos respecto a la erradicación de la obesidad y creen que seguirá creciendo. Aún así, la encuesta de BBK Kuna también recoge las expectativas de cara al futuro, el anhelo de los entrevistados pasa por ideas como una dieta futura en la que solo se coma carne y pescado en ocasiones especiales, o por ejemplo, conseguir cenar más temprano. Un 45% sueña con huertos verticales en los edificios y con restaurantes vinculados a productos kilómetro 0 y con información sobre la huella de carbono de los alimentos. La ciudadanía visualiza su supermercado ideal del futuro cerca de casa, sin ningún tipo de plástico, donde se pueda comprar a granel y con asesoramiento de expertos en nutrición.
Precios
Según este sondeo, una clara mayoría de encuestados reclama un tope a los precios de alimentos básicos. Son partidarios de una regulación que haga más accesible este tipo de productos de primera necesidad. La preocupación por el acceso a la alimentación de los más vulnerables es mayoritaria en Euskadi. Un 60% cree que el sector primario tendrá potencial para generar nuevos empleos entre el colectivo de personas jóvenes. El sondeo, en el que han participado 1.000 ciudadanos de toda Euskadi, se enmarca en el deseo de BBK Kuna de sumar a la ciudadanía al debate público sobre el futuro.