El 62 % de la ciudadanía vasca sigue pensando que la pandemia de covid-19 es el principal problema de Euskadi, el mismo porcentaje que hace un año. El estudio sociológico elaborado por la Universidad de Deusto revela que la ciudadanía plantea la recuperación de otras cuestiones que antes valoraba y que ahora ve empeorar. Así, aunque mejora la percepción de la atención sanitaria (6,4), que ha dejado de ser una de las tres principales preocupaciones y Osakidetza es la política pública que más ha mejorado en los últimos meses (junto al transporte público, con un 5,8), considera que las medidas preventivas adoptadas en el sector afectan negativamente al servicio. Por ejemplo, entre los mayores problemas que se generan en la atención al paciente destacan la teleasistencia que, en su opinión, «dificulta y retrasa los diagnósticos en patologías no relacionadas con el covid (69,7%)». También se considera que la priorización de las consultas telefónicas o a través de internet en detrimento de las presenciales «empeora la atención a los enfermos crónicos».
Además, se mantiene una percepción negativa generalizada (57%) sobre la calidad de los servicios públicos que incrementaron su atención a distancia durante la pandemia. La mayoría percibe que no le cogen el teléfono cuando llaman o que las webs están colapsadas.
Referéndum
El 42,8% de los vascos reconoce que le gustaría que se celebrara un referéndum sobre la independencia política de Euskadi, frente a un 37,7% que se muestra contrario. Además, un 22% considera que la democracia podría funcionar sin que se celebraran elecciones, según los resultados de la 16 edición del Deustobarómetro que ha recogido información sobre cómo vive la sociedad vasca la actual situación sanitaria, política y económica.
El informe, presentado este viernes por sus responsables, María Silvestre y Braulio Gómez, en Bilbao, ha sido confeccionado con un millar de encuestas 'on line' realizadas a personas mayores de 18 años, entre el 7 y el 14 de junio.
Según lo dado a conocer, el 53% de los vascos califica como "regular" la situación política del País Vasco, frente a un 24% que la considera "buena", la cifra más baja desde el invierno de 2015.
Por otro lado, el millar de encuestados otorga una nota de un 5,4 a la calidad de la democracia en Euskadi, por encima de la nota media que se concede a la del Estado (4,4) y que representa una "reducción de la "brecha" que históricamente se ha venido reflejando.