En primera instancia está dirigido a niños, niñas y adolescentes de entre 3 y 18 años, en los que se hayan detectado dificultades sociales, personales o de otro tipo que puedan estar vinculadas al hecho de convivir en contextos de violencia de género, tanto presentes como pasadas, y que pueden estar condicionando o afectando su desarrollo.
De forma paralela, se realizará un trabajo de exploración, orientación e intervención con sus madres y padres. Por último, Agintzari, la cooperativa de iniciativa social que se encargará del programa, diseñará e implementará un programa formativo sobre la valoración del impacto de la violencia de género en ese sector de población para los equipos de los servicios sociales del Ayuntamiento.
"Hemos decidido poner en marcha este programa piloto de intervención familiar porque creemos muy importante valorar el impacto, de cara a poder emprender las acciones más adecuadas en esa tarea de acompañamiento a las y los menores", ha añadido Royero.
La idea surgió del análisis y reflexión llevada a cabo por el Departamento municipal de Políticas Sociales sobre el proceso de acompañamiento para víctimas de violencia machista que se lleva a cabo desde sus servicios, donde se constató "la necesidad de visibilizar a los y las hijos e hijas que conviven o han convivido en situaciones de violencia de género".
También se valoró necesario conocer cómo están ejerciendo la parentalidad y marentalidad las figuras de referencia adulta, con el fin de "proporcionarles espacios seguros en los que poder mejorar esas competencias en los progenitores". Dado el carácter piloto del programa, se realizará durante un año con posibilidad de prórroga por otro.