Casi cien años lleva este ultramarinos de la calle Cuchillería dando de comer a los vitorianos. Puente entre productores y clientes, sus propietarios descubrieron hace años que su fuerte estaba en la especialización y la calidad. Sus conservas, que comercializan bajo su propia marca y nombre comercial, son únicas. Un reclamo para turistas que venden ya por Internet. Están presentes en todo el mundo.