Uno de los problemas más frecuentes durante la infancia es el miedo a la oscuridad. Se estima que 1 de cada 3 niños pequeños manifiesta temor ante estas situaciones, fundamentalmente a los 4 años, y tarda en ir a la cama una media de 54,5 minutos más que uno sin miedo, lo que provoca un peor descanso, algo que afecta directamente a su salud.
"Queríamos lanzar nuestra línea para niños enfocada a una necesidad muy real de quienes la usarán y con un importante componente tecnológico. El colchón se configura a medida del niño y se readapta mientras crece. Además, a través de unos sensores y una app medimos el descanso del niño: sus fases de sueño, su respiración o el ritmo cardiaco", señala José Carlos Quiroga, director de NGlife.
Nacho Guilló, director creativo ejecutivo de Shackleton, fue el creador de la propuesta, que partió de la realidad que sufren muchos de los miembros de su equipo. "En las reuniones de trabajo vimos que el target al que va dirigido el producto sufre una realidad y encontramos lo que nosotros llamamos un 'insight': muchos de nosotros tenemos niños de esa edad y todos tienen algo en común, el miedo a la oscuridad", explica.
Así nació Monsters Off, un equipo de descanso que cuenta con un sistema de iluminación regulable que se puede controlar a través de un smartphone. Su funcionamiento es sencillo: la luz se enciende a través de la aplicación de mismo nombre cuando el niño se va a dormir y se apaga cuando la cama detecta que el niño se ha dormido. Si la cama detecta a través de los sensores inteligentes instalados que el niño se despierta asustado, se levanta o grita, la luz se enciende automáticamente.
Con esta cama también es posible analizar el descanso del niño y monitorizar el ritmo cardiaco y la respiración. El colchón se configura a medida y puede reconfigurarse para acompañar el crecimiento del niño, mientras que el somier de alta resistencia también está diseñado para acompañar su crecimiento. El precio para un equipo de descanso convencional de 90x190 es de 1.450 euros.