El año 2022 ha arrancado con los precios por las nubes y una inflación que se dispara mes tras mes: el último dato, en febrero, situó el IPC en el 7,4%, su tasa más alta en 33 años, concretamente desde julio de 1989.
Este dato se debe a las subidas generalizadas en la mayoría de los productos, destacando especialmente los alimentos, bebidas no alcohólicas o los carburantes. En este último ámbito, España acaba de pulverizar el récord histórico de gasolina.
Algo que también se traslada al gas o el precio de la electricidad. Este jueves incluso se tocó un nuevo máximo: la luz supera los 400 euros por megavatio hora, cifras nunca vistas en nuestro país.
La escalada de precios afecta de lleno al bolsillo de la población y el Gobierno considera que las altas tasas se mantendrán durante todo el año, no siendo un fenómeno transitorio como se preveía en un principio.
Primero Nadia Calviño y después Pedro Sánchez han llegado a afirmar que puede haber "una ralentización de la recuperación y un impacto claro en los precios". En este contexto, Calviño afirmó que sería clave un "pacto de rentas", pero, ¿qué significa este supuesto que debe ser acordado por sindicatos y patronal?
Qué es el pacto de rentas y cómo afecta a la economía
El llamado 'pacto de rentas' supone subir los salarios de forma acordada y limitada. Esto requiere un diálogo entre sindicatos y empresarios, para lo que ya hay convocada una reunión en primera instancia para el próximo lunes, según ha anunciado Nadia Calviño en Espejo Público.
En esta reunión se tratará la adopción de este pacto, que buscaría subir salarios para contrarrestar el efecto de la inflación y los altos precios, pero también modificando en la evolución de los beneficios y dividendos de las empresas para evitar la espiral inflacionista y mayor pérdida del poder adquisitivo de las familias.
Mientras los sindicatos apuestan por una subida salarial del 5% -dos puntos por debajo de la inflación, situada en el 7,4%-, la CEOE sostiene que no es el momento de afrontar este incremento. Antonio Garamendi ha considerado que la propuesta de subida salarial que llevan los sindicatos a la mesa de negociación "no es razonable" y ha considerado que "con acuerdo o sin acuerdo, esto debería estar cerrado antes del 30 de marzo".
El Gobierno tiene como objetivo acercar posturas en el próximo diálogo social, del que podría salir el 'pacto de rentas' que propone el Ejecutivo para combatir el aumento de precios en plena conflicto en Ucrania.