Los resultados de las elecciones madrileñas del 4M no son claros sobre lo que sucederá el próximo 4 de mayo. Sin embargo, todo depende de los niveles de participación que haya en los bloques de la izquierda y derecha.
Tradicionalmente, en los comicios en los que la participación es masiva, los vencedores suelen ser los partidos de izquierdas, no obstante, las elecciones del 4M presentan unos factores que pueden suponer que esta cifra sea considerablemente baja, dando la victoria al bloque de derechas.
El factor coronavirus y el precedente catalán
En primer lugar, hay que tener en cuenta el contexto sanitario en el que nos encontramos, lo que supone que muchas personas, especialmente los más mayores, prefieran no acudir a las urnas por miedo al contagio de coronavirus. Esto se observó con las elecciones en Cataluña del pasado mes de febrero, que terminaron con una participación muy reducida, un 53,56%. Sin embargo, analizando el prelectoral del CIS, un 80,2% afirmaba que acudiría a votar "seguramente", una de las cifras más elevadas en este tipo de comicios.
Aunque es preciso distinguir entre participación y fidelidad, tal y como explica el politólogo, Luis Sauceda: "El PP de Ayuso recoge en este marcador unos mejores resultados que la izquierda, ya que tanto sus votantes como la mayoría de Ciudadanos y algunos de Vox la votarán seguramente".
El politólogo también señala que existen 3 factores por los que parece que la participación será menor de la esperada: la fatiga pandémica, el hartazgo y la desafección y que sean un martes. En relación con el coronavirus, destaca que los votantes del PP tienen menos miedo a ir a las urnas: "Ayuso lleva meses defendiendo que hay que salir a la calle y no cerrar la hostelería", siendo posible que su electorado no dude tanto en acudir.
Posible unidad en la izquierda
Esta tendencia a la alta parece encontrarse tanto en el debate celebrado en Telemadrid, como en las amenazas de muerte que recibieron el candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, el ministro de Interior, Grande-Marlaska, y la directora de la Guardia Civil, María Gámez. Además, hoy se sumaba la ministra de Industria y la hipotética futura vicepresidenta económica de Gabilondo, Reyes Maroto.
Aun así, no son los candidatos de izquierdas los únicos que recibieron este tipo de cartas, ya que la líder del PP también iba a hacerlo, aunque afortunadamente fue interceptada por Correos.
La estrategia inicial del PSOE pasaba por evitar que Ayuso se llevara a la mayoría de votantes de un Ciudadanos en descomposición y poder rentabilizar también esta debacle. Por ello, apostó por posicionarse como un candidato "neutral y que huyera de los extremos", llegando a afirmar que "no pactaría con Pablo Iglesias". El giro llegó cuando en mitad del debate en la televisión pública madrileña, Gabilondo tendió la mano al líder de UP y le reconoció que "tenían 12 días para ganar las elecciones".
A esto se suma la negativa de Vox de condenar las amenazas que sufrieron, entre otros, Iglesias y llevó a este último a abandonar un debate radiofónico pidiendo un cordón sanitario contra la ultraderecha. Secundaron su propuesta los líderes de Más Madrid y el PSOE, por lo que se cancelaron el resto de debates programados (uno en La Sexta y otro en RTVE).
Agitar "el miedo al fascismo", clave para evitar la abstención entre la izquierda
Los vetos a la formación de Monasterio y agitar "el miedo al fascismo" parecen poder estar detrás de estas cifras de participación tan elevada que prevé el CIS. No obstante, las encuestas suelen mostrar unos datos de movilización mayores a los reales, ya que muchas personas no reconocen que no irán a votar cuando les preguntan.
El politólogo argumenta que dentro del bloque de izquierdas, el PSOE y UP serán los más perjudicados, frente a un Más Madrid en crecimiento: "Mónica García ha sido un descubrimiento para muchos votantes, aunque no se puede decir que adelante a los socialistas, ya que estos tienen un partido con más arraigo"
Elecciones un martes, un beneficio para la derecha
Pero a esto se suma que las elecciones se celebraran un martes, día laborable, por lo que las personas con mejores condiciones en el trabajo posiblemente se abstengan menos, siendo estas generalmente ciudadanos con rentas más elevadas y, por tanto, votantes de derechas.
Además, los barrios y municipios con rentas más bajas y tradicionalmente obreros como Vallecas, Getafe o Fuenlabrada presentan unas cifras de abstencionismo mayores a las zonas más pudientes como Alcobendas o el barrio de Salamanca. Por ejemplo, en las elecciones autonómicas de 2019, mientras Fuenlabrada obtenía un 62% de participación, en Pozuelo del Rey rondaba el 77%.
Sauceda recuerda que la izquierda puede tener problemas porque el llamado 'cinturón rojo de Madrid', es decir, los municipios del sur más afines al PSOE están menos movilizados.
La principal barrera de la izquierda se encuentra aquí y es por lo que la campaña de los 3 partidos progresistas está intentando movilizar a este electorado a partir de realizar sus principales actos allí. Así, por ejemplo, Unidas Podemos ha escogido como lema 'Que hable la mayoría', apelando a ello.
Los escenarios posibles de las elecciones en Madrid y la abstención
Pero, ¿qué escenarios se plantean para el próximo 4M en relación con el abstencionismo?
En el caso de una participación reducida o modesta, los partidos de derechas (PP-Vox) tendrían muchas posibilidades de alcanzar la mayoría absoluta, tal y como han pronosticado la mayoría de encuestas. En esta ecuación, la principal incógnita es el papel de Ciudadanos, teniendo en cuenta que si los votantes de izquierdas no están muy movilizados, serían capaces de superar por la mínima la barrera del 5% de votos, lo requerido para entrar en al Asamblea de Madrid con 7 escaños.
Edmundo Bal ha dejado claro que su objetivo es reagrupar el Gobierno de coalición junto al PP que operaba desde 2019 y que terminó cuando Ayuso convocó elecciones anticipadas por las malas relaciones con el entonces líder de la formación liberal, Ignacio Aguado, y la moción de censura en Murcia. Así, el candidato 'naranja' asegura que serán ellos "los que impidan que Vox entre en el Ejecutivo".
En relación con la situación de Vox, Sauceda manifiesta que es "muy improbable" que quede por debajo del 5%, ya que las encuestas les dan alrededor del 10%: "Aunque Ayuso esté muy bien valorada por sus votantes, llevan mucha inercia por los resultados de las generales y las autonómicas en Cataluña".
En cualquier caso, a pesar de la encuesta del CIS, el resto dejan claro que el bloque de derechas será el vencedor el próximo 4M, teniendo en cuenta que la participación en las zonas obreras suele ser menor.
En un escenario contrario, en el que la participación y, por tanto, la izquierda se movilizara mucho, las predicciones del CIS podrían ser ciertas y la Comunidad de Madrid finalizaría con 26 años de Gobiernos del PP, dando paso a un Ejecutivo progresista con el PSOE, MM y UP.
Sin embargo, el politólogo no ve posible que esto suceda, teniendo en cuenta que todas las encuestas coinciden en dar a la derecha como vencedora, a excepción del CIS.
Todavía no se sabe qué ocurrirá el 4M, ya que por ahora todo son hipótesis a partir de las principales encuestas realizadas durante las últimas semanas.