Isabel Díaz Ayuso, candidata a la reelección como presidenta de la Comunidad de Madrid por el PP, ha confesado en una entrevista a El Español que si se tuviera que tatuar, algo que no desea, sería un '69', que es el número de escaños que necesita para gobernar en solitario en la región.
Desde que anunció la convocatoria de elecciones anticipadas, la candidata del PP ha dicho que quiere gobernar con mayoría absoluta en la región, y ese es su objetivo el próximo 4 de mayo, conseguir los 69 escaños que le faciliten la gobernabilidad en solitario sin necesitar el apoyo de Vox.
En la entrevista informal concedida a este medio, la candidata popular también ha afirmado que "el estado de alarma va a empezar para Pedro Sánchez el 5 de mayo". Con esta declaración Ayuso sigue haciendo campaña desde Madrid en contra del gobierno de coalición, pero más concretamente del presidente de Gobierno, Pedro Sánchez. La candidata quiere fuera de la Moncloa a Sánchez y con su victoria en Madrid quiere facilitar a su líder nacional, Pablo Casado, la llegada a la Moncloa.
"Yo no he acabado mal con ningún ex porque fuera de izquierdas"
Isabel Díaz Ayuso se caracteriza por ser clara y directa en sus mensajes, que no tienen complejos. Lo demostró durante su entrevista con Carlos Alsina este miércoles en Más de uno, donde la actual presidenta de la Comunidad afirmó que una de las ventajas que tiene vivir en Madrid es que puedes cambiar de pareja y no "volver a encontrártela nunca más".
Sobre sus exparejas, la candidata del PP ha comentado en su entrevista a El Español que no ha acabado mal con ningún ex porque fuera de izquierdas.
El comentario sobre los ex que hizo en su entrevista con Carlos Alsina está enmarcada dentro de su idea de libertad y de las ventajas que tiene "vivir a la madrileña". Isabel Díaz Ayuso considera que donde gobierna el PSOE los ciudadanos tienen menos libertad que en Madrid.
Además, la candidata del PP piensa que PSOE y Unidas Podemos han hecho una utilización partidista de las amenazas de muerte y que Vox también ha empleado la táctica del miedo para intentar ganar votos entre los mayores.