La ola de solidaridad, con miles de personas desplazándose a las zonas más afectadas por las inundaciones en la Comunidad Valenciana, ha continuado en las últimas horas, cuando el número de víctimas por la Dana se ha elevado a 211 y en la que la búsqueda de desaparecidos y el reparto de suministros han sido prioridad.
Unos 15.000 voluntarios se presentaron este sábado en la Ciutat de les Arts i les Ciències de Valencia, donde autobuses les trasladaron a las localidades más afectadas por la Dana a las que aún no han llegado los efectivos más especializados.
El primer día de puesta en marcha del centro de voluntariado para "coordinar, transportar y segmentar mejor" la ayuda de las personas dispuestas a colaborar en las tareas de limpieza y asistencia dejó opiniones divididas: entre la satisfacción de quienes sí que han podido cumplir su objetivo y la decepción de quienes han regresado a Valencia sin conseguir hacerlo.
La ayuda desde otras comunidades y provincias también continúa. El Ayuntamiento de Barcelona ha mandado los primeros convoyes de emergencia; el de Sevilla ha coordinado el envío de 35.000 litros de agua potable; y la Comunidad de Madrid ha seguido enviando maquinaria pesada o equipos de reparación de infraestructuras.
El objetivo, hacer llegar alimentos, agua y artículos de primera necesidad a los miles de damnificados, limpiar las calles de lodo, establecer el suministro eléctrico y, lo más importante, salvar vidas.
El panorama en los pueblos de l'Horta Sud de València sigue siendo devastador: localidades como Alfafar, Benetússer, Sedaví, Massanassa, Aldaia o Catarroja tratan de deshacerse de los restos de la Dana, un trabajo prácticamente autogestionado que les ha hecho reinventarse como ingenieros de caminos, mecánicos, fontaneros, gruistas o guardias urbanos.
Jóvenes tratando de mover a pulso coches que dificultan el acceso a los municipios, personas dirigiendo el tráfico, desatascando alcantarillas que no tragan más agua, tractoristas que apilan en los bordes de las calzadas los enseres que las víctimas han sacado de sus casa por estar inutilizados, o vecinos que se pasan el día repartiendo agua potable y algo de comida entre el resto de voluntarios, son algunas de las imágenes que ha dejado un nuevo día de lucha contra la Dana en la provincia de Valencia.
Medidas de protección ante infecciones
También han sido voluntarios los que este sábado repartían mascarillas a los que llegaban a la zona cero de la Dana tras la recomendación de la Generalitat Valenciana de protegerse durante la limpieza por posibles infecciones, así como los que han colocado carteles a lo largo del recorrido que va desde el barrio de San Marcelino para dirigir a los que quieren ayudar hasta las poblaciones afectadas.
Y es que algunos expertos han alertado del riesgo de infecciones en las zonas más afectadas por las inundaciones, aunque aseguran que este es relativamente bajo. Resaltan la importancia de lanzar avisos a la población para que se tomen las medidas necesarias durante las labores de limpieza y se evite que niños, embarazadas, mayores con algún tipo de patología y personas con problemas respiratorios, participen en estos trabajos.
Recomiendan, además, que los voluntarios y los servicios de emergencia se protejan la boca, la nariz y los ojos, así como usar pantalones largos y camisas de manga larga, guantes y botas de goma, para evitar el contacto con aerosoles, protegerse y evitar heridas.