Carmena se rompió el tobillo derecho el viernes 21 al caerse en su domicilio y fue intervenida el pasado día 26 en una operación en el que se le fijó la zona fracturada mediante osteosíntesis con placa y tornillo.
El pasado domingo ingresó nuevamente en el hospital a causa de una recaída por una infección en el tobillo. "Me encuentro bien. Después de la operación parecía que había habido un conato de infección, empecé a tener fiebre y por eso me tuvieron que volver a ingresar", ha declarado a los medios a la salida del hospital.
La alcaldesa, que estaba en silla de ruedas, ha dicho que "en cuanto pueda" volverá a trabajar, aunque tanto este miércoles como el jueves "seguramente" estará en su casa continuando con la recuperación y no es seguro que pueda acudir a la cabalgada del 5 de enero. "No sé si tendré que hablar con los Reyes Magos a ver si como magos ellos también me facilitan que pueda ser un poco maga y pueda estar con ellos. Ya veremos, estamos en trato con los Reyes Magos", ha bromeado.
Es la segunda caída sufrida por la alcaldesa en apenas unos meses, pues en septiembre tuvo que ser ingresada, también en la Princesa, al hacerse una brecha en la frente tras caerse en su casa.
Preguntada sobre si se ve con fuerzas para afrontar las elecciones municipales de mayo de 2019, donde aspira a revalidar el cargo, ha respondido que no le gusta hablar de las elecciones "porque no estamos en periodo" electoral. "Tengo que afrontar ahora mi trabajo de todos los días y lo afronto sabiendo que (tengo un) problema de deambulación", ha añadido.
Al respecto, ha comentado que el médico le ha dicho que no podrá apoyar el pie del tobillo dañado "seguramente en tres meses" por lo que tendrá que "aprender a manejar muletas", aunque los primeros días se desplazará en silla de ruedas.
En este tiempo ha aprovechado para leer, responder correos electrónicos y estar atenta a su teléfono móvil, entre otros asuntos. La alcaldesa pasó con parte de su familia la Nochevieja en el hospital y tomó las uvas como el resto de los pacientes.