La Policía Nacional ha desarticulado una organización criminal, integrada en su mayoría por ciudadanos sirios, junto con el servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria y EUROPOL. Los delincuentes operaban desde un restaurante situado en el polígono industrial madrileño de Cobo Calleja en el municipio madrileño de Fuenlabrada, aunque contaban con ramificaciones en Toledo.
La Policía Nacional ha considerado a esta red criminal como "la mayor entidad financiera del narcotráfico en Europa", dedicándose a subvencionar el tráfico de drogas de varias redes pertenecientes a España y Europa. Comenzó su actividad el año 2000, y se le atribuyen entregas y recogidas de dinero, retornando las ganancias obtenidas en más de 32 millones de euros al año.
Los investigadores estiman que el negocio criminal podría haber obtenido un rendimiento mayor a los 300 millones de euros mediante el uso de sistemas de compensación, transporte de dinero y transacciones de criptomonedas. Los países afectados habrían sido España e Italia, Francia, Países Bajos, Alemania, Finlandia, Bélgica, Reino Unido, Suecia, Dinamarca, Polonia, Suiza y Noruega, así como Marruecos, Emiratos Árabes Unidos, Turquía, Colombia, Bolivia, Perú, Brasil y China.
La operación policial se ha saldado con la detención de 32 personas y la incautación de casi tres millones de euros, 575 kilogramos de hachís, 276 kilogramos de marihuana, 11 vehículos de alta gama, 7 relojes de lujo, una pistola semiautomática y el hallazgo de una plantación de marihuana con 955 plantas. También se han bloqueado 19 cuentas de criptomonedas con un valor aproximado de 1.500.000 euros y un taller de "caleteado" de vehículos.
Un restaurante, el centro de operaciones criminales
Los agentes tuvieron conocimiento de la existencia de la organización criminal, liderada por un hombre que presuntamente operaba desde Madrid y Toledo, por lo que comenzaron las pesquisas para acabar con la red de financiación de tráfico de drogas.
Los investigadores detectaron que disponían de una sede de operaciones, ubicada en un restaurante de un polígono industrial en la localidad madrileña de Fuenlabrada. Observaron cómo los clientes acudían a diario, buscando realizar recogidas de dinero procedente principalmente de algunos negocios regentados por los ciudadanos chinos de la zona.
Para evitar posibles vuelcos por parte de otras organizaciones o incautaciones con motivo de inspecciones policiales, el restaurante era vigilado las 24 horas del día y no acumulaban grandes cantidades de dinero en la caja fuerte. La organización también realizaba entregas y recogidas de dinero a domicilio con los miembros más destacados de los principales grupos criminales dedicados al narcotráfico.
Una organización de "hawaladares"
La operación policial ha durado dos años, en los que los agentes han logrado intervenir un total de 2.420.000 euros, que estaban siendo transportados mediante el uso del método de la hawala. Este procedimiento consiste en un sistema financiero milenario de transferencias informales de dinero difíciles de rastrear. Además, también se ha podido acreditar cómo la trama estaba financiando la compra continua de alijos de estupefacientes destinados a toda Europa.
Las pesquisas han podido vincularles con dos contenedores intervenidos en 2020 y 2021 que portaban cuatro toneladas de cocaína. Durante la investigación se desentramaron las estructuras de algunas de las organizaciones dedicadas al narcotráfico más vinculadas a la organización siria y se llevaron a cabo dos incautaciones de 105 kilogramos de hachís y 275 kilogramos de marihuana, deteniendo a los transportistas de la droga.
Por lo tanto, se ha podido acreditar cómo la organización de "hawaladares" sería responsable del movimiento de más de 32 millones de euros al año utilizando el sistema de la hawala. La organización habría alternado el uso de este antiguo sistema de transferencia monetaria con la utilización de monedas virtuales como canal alternativo, eludiendo así los mecanismos nacionales e internacionales de control. Aun así, este orden criminal no disponía de la estructura necesaria para dar cobertura a los pagos con criptomonedas, por lo que solicitaba los servicios de terceras organizaciones, que a cambio recibían una comisión.
Los planes de futuro del líder de la organización
Los investigadores han recalcado cómo el líder de la organización creó junto a su abogada y mano derecha una sociedad a su nombre, lo que le permitió adquirir diferentes licencias y vehículos utilizando el dinero obtenido en las actividades ilegales. Hacía uso de este método para blanquear los beneficios que había logrado con la organización, consiguiendo a su vez un negocio plenamente estructurado que les serviría como sistema de transporte de las compensaciones de dinero gestionadas por el grupo criminal.
Además, el cabecilla tenía planteado adquirir una serie de viviendas de lujo en Dubái, Emiratos Árabes Unidos, para deslocalizar gran parte de los beneficios económicos obtenidos con las actividades ilegales. El pasado mes de septiembre, un dispositivo en el que participaron más de 120 agentes, realizó 21 registros en las provincias de Madrid y Toledo. Se ha decretado la prisión con y sin fianza para 11 de los investigados, entre ellos el líder de la organización y su abogada.