Abdeslam se niega a responder al tribunal que le juzga en Bruselas: "Tengo mi confianza en Alá"
Salah Abdeslam, el único terrorista que sobrevivió a los atentados de París del 13 de noviembre en 2015 que costaron la vida a 130 personas, ha decidido no responder a ninguna pregunta de los magistrados en el arranque del juicio, este lunes en Bruselas, por su participación en un tiroteo contra la Policía belga, días antes de los atentados del 22 de marzo de 2016 en la capital belga.
"Júzguenme, hagan lo que quieran conmigo, tengo mi confianza en Alá. No tengo miedo de vosotros", ha dicho Abdeslam, en tono desafiante ante el Tribunal de Bruselas que le juzga, ha informado la radio pública francófona RTBF.
Abdeslam ha dejado claro que su "silencio" no le convierte en "un criminal". "Es mi defensa", ha arremetido, en las pocas declaraciones que ha hecho ante el tribunal, cuando la presidenta de la sala del caso, Marie-France Keutgen, le ha afeado por qué se ha presentado para no responder después de pedir estar presente en el juicio y le ha vuelto a preguntar si estaba dispuesto a contestar.
El sospechoso terrorista ha justificado haberse presentado ante la justicia porque le requirieron venir. "Me han pedido venir, he venido (...) Me han acusado, entonces estoy aquí. Mantengo mi silencio. Es un derecho que tengo. Mi silencio no me convierte en un culpable ni un criminal", ha defendido, volviendo a dejar claro que no deseaba "responder a ninguna pregunta", tal y como avanzó en el arranque del juicio.
Además, ha reclamado "no ceder ante la presión pública" y que se le juzgue en base a "pruebas tangibles y científicas" y se ha quejado del trato de la justicia a los musulmanes. "Constato que los musulmanes son juzgados y tratados de la peor de las maneras, sin piedad. No hay presunción de inocencia. No hay nada", ha zanjado.
El terrorista, de 28 años y nacionalidad francesa pero criado en el barrio bruselense de Molenbeek, ha llegado al Tribunal de Justicia de Bruselas poco después de las 8.20 horas en furgón policial fuertemente escoltado, desde la prisión gala de Fleury-Mérogis, en el sur de París, desde donde ha sido trasladado esta madrugada.
Abdeslam, que se ha presentado ante el tribunal con barba y media melena, ha avanzado que no deseaba "responder a preguntas" en el arranque del juicio, poco después de las 8.45 horas, a la juez que preside el caso, Marie-France Keutgen, según han informado los medios locales.
El terrorista, que ha guardado silencio en todos los interrogatorios desde su extradición a Francia, donde permanecía detenido desde abril de 2016, está acusado en Bélgica de intento de asesinato de varios policías y tenencia de armas prohibidas --incluidos dos fusiles de asalto-- en el contexto de una acción terrorista, por un tiroteo en el distrito de Forest (Bruselas) el 15 de marzo de 2016. Aunque logró escapar de ese operativo fue detenido tres días después.
Junto a Abdeslam, que no ha querido estar presente durante la lectura de los cargos en su contra, también ha comparecido ante el tribunal uno de sus presuntos cómplices, Sofien Ayari. Ambos se enfrentan a una pena de cárcel de hasta 40 años, según la cadena flamenca VRT.
El tunecino de 24 años ha asegurado desconocer quién llevó las armas y detonadores al apartamento de Bruselas donde fueron descubiertos por la Policía y para qué se iban a utilizar presuntamente.Asimismo, ha asegurado no recordarse de quién colgó una bandera del Estado Islámico en el apartamento y no ha aclarado si apoya al Estado Islámico, pese a que viajó en 2014 a Siria supuestamente para combatir en sus filas.
Ayari ha rechazado ser Abou Hamza, quien supuestamente habría dejado las armas y cargadores en el apartamento según consta en un mensaje de audio encontrado en el ordenador de los hermanos El Bakroui, dos de los autores de los atentados contra el aeropuerto internacional y una estación de metro de Bruselas el 22 de marzo de 2016, que se cobraron 32 víctimas. El ordenador fue encontrado en una papelera de Scharbeek el día después de los atentados en Bruselas.
Ambos han rechazado que se les tomen imágenes ni fotografías durante el juicio ante el Tribunal Correccional de Bruselas, que se prolongará al menos hasta el 9 de febrero.
El juicio ha arrancado este lunes en medio de una gran expectación mediático y fuertes medidas de seguridad. Varios cientos de policías participan en el dispositivo de seguridad en las inmediaciones del Palacio de Justicia, cuyos accesos al tráfico rodado permanecen cerrados para el público, mientras que otros 200 policías garantizan la seguridad en el interior.
Durante la duración del juicio, desde el lunes por la tarde, Abdeslam será trasladado a una prisión del norte de Francia, en Vendin-le-Vieil, para garantizar las mismas condiciones de seguridad durante su detención, según ha informado la cadena flamenca VRT.