"Los hechos ocurrieron durante un registro. Un equipo compuesto por policías belgas y franceses intervenían y recibieron tiros aparentemente de armas pesadas", señaló Cazeneuve en una comparecencia ante los medios de comunicación en Costa de Marfil.
El ministro, que se había desplazado a ese país africano por el atentado del pasado domingo en un complejo hotelero en el que murieron al menos 18 personas, cuatro de ellas francesas, no quiso dar más detalles, ya que la operación en Bruselas seguía en marcha.
Según explicó al canal "BFM TV" el antiguo jefe de la unidad de lucha antiterrorista francesa Jacques Poinas, los policías franceses estaban en la capital belga en el marco de una investigación común sobre los atentados del pasado 13 de noviembre en París, en el que murieron 130 personas y varios cientos resultaron heridas.
La mayor parte de los autores de esos ataques yihadistas tenían una relación directa con Bélgica, de donde procedían muchos de ellos.
Cada semana, dos funcionarios de la policía francesa, uno de la Subdirección Antiterrorista (SDAT) y otro de los servicios secretos, son enviados a Bélgica para trabajar con las fuerzas del orden de ese país.
