Hace unos días, la ministra de Defensa austriaca, Klaudia Tanner, puso sobre la mesa un escenario apocalíptico en el que no habíamos reparado hasta ahora. La posibilidad de que se produzca un ' apagón eléctrico' que colapse el sistema energético del país y que afectaría a territorios vecinos. Una pérdida global de luz con las graves consecuencias que ello acarrearía.
Si llegase a producirse ese apagón, nos quedaríamos sin acceso a Internet, no habría luz ni calefacción, las redes de telefonía caerían a las pocas horas y muchos otros servicios dejarían de funcionar, exponiendo la fragilidad de una sociedad vez más digitalizada.
Los motivos de una hipotética caída global del sistema eléctrico son diversos: desde fallos técnicos, sobrecargas por picos de demanda, desajustes en el sistema o incluso causas "extraterrestres". En 1989, millones de personas se quedaron a oscuras en Québec (Canadá) debido a una virulenta tormenta solar o geomagnética.
En España, la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera ha afirmado que el suministro de electricidad está garantizado y ha descartado "con rotundidad" el riesgo de que España sufra un 'gran apagón'.
En este sentido, la ministra ha señalado que el sistema energético español "es casi una isla, el riesgo de un tipo de apagón por una caída del sistema en terceros países es muy limitado y hay capacidad poner un cordón sanitario en caso de que eso ocurriera. "Es un tema que podemos que podemos descartar de nuestro horizonte de preocupaciones con total rotundidad", ha reiterado.
¿Cuándo podría producirse el 'gran apagón'?
Sin embargo, la preocupación por un posible apagón eléctrico ha ido en aumento entre la ciudadanos, especialmente entre los austriacos tras la advertencia de su ministra. Tanto es así, que una revista ha puesto una fecha aproximada a una futura caída del sistema energético.
El diario austriaco 'Die Presse' calcula que puede ocurrir a partir del años 2025, fecha en la que el Gobierno Austria espera tener todos los recursos disponibles para abastecer a sus ciudadanos de electricidad.
El Ejército recomienda hacer acopio de comida y agua
El Ejército recomienda tener en casa reservas suficientes al equivalente a dos semanas de cámping, así como pactar de forma previa con familiares y amigos un punto de encuentro y sentar las bases de una red de cooperación vecinal.
Kugelweis recomienda, por ejemplo, contar con alimento que sean muy duraderos, como pasta y arroz, así como conservas, dos litros de agua por persona y día, velas, linternas, un hornillo portátil de gas, dinero en efectivo y una radio que funcione con baterías.