El Gobierno francés pretende prolongar el estado de emergencia, en vigor desde los atentados yihadistas de París del 13 de noviembre de 2015, durante las elecciones de 2017, año en el que Francia celebrará presidenciales y legislativas.
El primer ministro, Manuel Valls, confirmó, como ya había avanzado el domingo, que va proponer al Parlamento una nueva prolongación del estado especial -que expira en enero próximo- durante la sesión de control al Ejecutivo.
Lo justificó por "lucidez sobre la amenaza", teniendo en cuenta que Francia está implicada militarmente en la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico en Siria e Irak, el "nivel" de riesgo de nuevos atentados y el hecho de que hay "una fase electoral y la democracia está particularmente en el punto de mira de los terroristas".
El primer ministro recordó que hay "miles de jóvenes" radicalizados, pero también que gracias a la movilización de las autoridades "todos los días, todas las semanas, se desmantelan redes terroristas", se producen detenciones y "se evitan atentados".
Valls no se privó de señalar que todos deben asumir sus responsabilidades frente al yihadismo, que "Francia ha asumido las suyas" con sus operaciones militares en el Sahel, en Siria y en Irak, pero que "Europa debe asumir las suyas" también con la protección de sus fronteras o el combate de grupos terroristas.
El estado de emergencia permite, entre otras cosas, que la policía lleve a cabo registros de domicilios o que se limiten por orden administrativa los movimientos de personas sospechosas de vínculos terroristas, todo ello sin necesidad de una orden judicial.