La incautación del aparato se produjo el jueves y afectó a 149 pasajeros que, según explicó la DGAC en un comunicado, pudieron viajar a su destino (Londres) en otro vuelo de Ryanair con cinco horas de retraso. "El avión está inmovilizado hasta que se pague la suma reclamada", advirtió.
Fuentes de la DGAC señalaron a Efe que esperan que la aerolínea abone la cantidad debida hoy mismo. Las autoridades de la aviación insistieron en que la decisión de recurrir a la justicia para la incautación se tomó como "último recurso" después de hubieran fracasado otras solicitudes y tentativas para recuperar el dinero. Es una medida muy infrecuente que no se aplicaba desde hacía al menos una decena de años.
En cualquier caso, insistieron en que "el Estado (francés) reafirma con este acto su voluntad de garantizar las condiciones de una competencia leal entre las compañías aéreas y los aeropuertos". Se trata de 525.000 euros que reclama a la aerolínea de bajo coste el departamento de Charente por las ayudas que recibió por operar en el aeropuerto de Angulema en 2008 y 2009. La CE las declaró ilegales el 23 de julio de 2014.
Se da la circunstancia de que la aerolínea irlandesa anunció a finales de septiembre la apertura de dos bases en Francia, una en Marsella y otra en Burdeos, siete años después de haber desmantelado las que tenía en el país por unas sentencias adversas sobre sus contratos laborales. En Burdeos, los planes pasan por instalar a partir de abril de 2019 dos aviones (la inversión es de unos 200 millones de euros) y realizar 70 vuelos semanales.