Caso Pelicot

La hija de Dominique Pelicot: "Se irá de este mundo con sus mentiras"

Caroline Darian, hija del violador y de Gisèle Pelicot, cuenta en su libro cómo conoció los crímenes de su padre y lo duro del proceso judicial de los últimos años.

ondacero.es

Madrid |

Caroline Darian (centro), hija de Gisèle Pelicot y Dominique Pelicot
Caroline Darian (centro), hija de Gisèle Pelicot y Dominique Pelicot | REUTERS

Caroline Darian, hija del violador condenado en Francia, Dominique Pelicot, y de Gisèle Pelicot, la mujer a la que drogaron y decenas de hombres violaron atiende en una entrevista a el diario El País como conmemoración de la publicación de un libro, llamado "Y dejé de llamarte papá" en la que cuenta cómo descubrió los crímenes de su progenitor. En el mismo libro, Darian asegura haber sido violada también por su padre y reconoce querer romper toda conexión con este.

Gisèle Pelicot fue drogada por su marido y ofrecida en una red de citas para que decenas de hombres la violasen mientras Dominique Pelicot la grababa. Un caso de violación sin precedentes que ha conmocionado al estado francés y al mundo.

Un caso que conmocionó al mundo

Caroline Darian cuenta a El País cómo fueron los instantes en los que habló con su madre por teléfono y esta le confesó lo que había hecho su padre. Gisèle Pelicot le contaba que su padre estaba en prisión después de que la policía encontrase en su casa decenas de fotografías y vídeos donde diversos hombres abusaban de ella. "Nadie mide el valor de lo banal que es algo hasta que lo pierde" narraba Darian.

La única hija mujer de los Pelicot cuenta no sentirse satisfecha con el veredicto, "El principal acusado tiene 20 años de prisión, que eran lo mínimo. El resto tiene penas muy bajas para lo que quería la fiscalía. ¿10 años? Teniendo en cuenta los hechos que sufrió mi madre es indignante". También dice no esperar mucho de la condena a su padre: "Muchos no cumplirán sus penas, al igual que Dominique. A pesar de tener 310 años de cárcel, en pocos años creo que estará fuera".

Un proceso duro

Darian confiesa que fue un proceso duro, pero que quiere seguir adelante: "Estoy comprometida con todas las víctimas invisibles de Francia, porque el juicio no es sólo el final, es una etapa". Eso sí, no ha estado de acuerdo con todo lo que ha supuesto la mediatización del proceso: "No me gusta que se expongan ciertos aspectos en los medios. No estoy de acuerdo en cómo se presentan algunos aspectos de este caso. A veces, siento que lo que se permite hacer en la justicia solo contribuye a humillar aún más a las víctimas".

Darian defiende el papel de su madre en la denuncia pública del caso: "Desde que conocimos la verdad, pensamos que no debíamos permitir que el juicio fuera a puerta cerrada, porque eso hubiera sido un regalo para los 51 acusados, incluido Dominique. Debían asumir lo que hicieron y si no abres las puertas del tribunal, pueden contar lo que quieran a su familia, a su círculo cercano".

El peso de llevar el apellido Pelicot

Aunque en el comienzo del libro, Caroline Darian reconoce echar de menos a su padre, reconoce que es un criminal y que debe cumplir más condena. "Es un criminal peligrosos y se irá de este mundo con sus mentiras".

Sobre el peso de llevar el apellido Pelicot, Darian reconoce que es complicado: "No somos nuestros padres. Pero es cierto que nosotros, a diferencia de Gisèle, llevamos el ADN de Dominique. Ella se divorció, nosotros no podemos. Yo llevo mi apellido de casada, pero nací Pelicot".

Por último, Caroline Darian hace referencia a como le ha contado a su hijo todo lo acontecido con su abuelo, y dice haberlo dicho tal y como fue: "Era mi responsabilidad ser honesta con él. Desde muy pronto le dije que su abuelo estaba en prisión por cosas muy graves. Quería que supiera la verdad, porque forma parte de su historia. El hombre que él creía conocer no era quien aparentaba".