Según la carta difundida por dos amigas de Ángela Reina, ella y su marido estaban en la sala Bataclán y dice que escucharon los disparos y se tiraron al suelo.
Cuenta que su marido intentó protegerla moviendo sus piernas para que su cabeza quedara debajo de él. Dice que le vio como mareado y había sangre. Juan Antonio no se podía mover, estaba inconsciente y no pudieron irse de la sala. Cuenta que se quedó con su marido hasta que llegó la policía.
Ya en la calle, una chica le indicó que se tranquilizara porque habían metido a Juan Antonio en una ambulancia.