A las instalaciones aeroportuarias también se ha trasladado un equipo de intervención especializado del Gobierno Vasco, formado por psicólogos y personal del servicio vasco de salud, Osakidetza, entre otros profesionales.
Poco antes de aterrizar el avión, familiares de los jóvenes vascos han explicado en declaraciones a los medios de comunicación, su alivio por tenerles de vuelta en casa y han relatado el "susto" que se llevaron al conocer el accidente.
Afortunadamente "lo pueden contar", ha señalado la madre de un joven de Galdakao (Bizkaia) que resultó herido leve en el siniestro.
El accidente ocurrió hacia las 5:30 horas de ayer domingo, cuando el autobús en el que viajaban 53 estudiantes vascos, dos conductores y cuatro acompañantes, quedó "decapitado" e incrustado en mitad de un túnel de techo demasiado bajo de la ciudad francesa.
Un total de 13 viajeros siguen ingresados en el hospital universitario de Lille, aunque fuera de peligro.