"Si los chimpancés tuvieran una cocina a su disposición, serían mucho más felices", esa es la conclusión a la que ha llegado un matrimonio de investigadores de las universidades de Harvard y Yale, que han descubierto que los chimpancés del Congo tienen paciencia para elegir la comida cocinada antes que la cruda.
Los doctores han estudiado durante dos años los hábitos alimenticios de los chimpancés africanos y han comprobado que, cuando la opción era entre una patata dulce sin cocinar y otra que había sido hervida y condimentada, los animales preferían la que había sido manipulada por los científicos.
En un estudio que han publicado en una revista especializada, señalan que estos monos gigantes tienen el autocontrol, la paciencia y la inteligencia suficiente para saber que hay instrumentos que sirven para dar sabor a sus alimentos.
Los doctores ofrecían a los chimpancés un plato con doble fondo y esperaban a que los animales pusieran una patata dulce en la parte superior. Luego los investigadores meneaban el plato ante la mirada atenta de los monos y les ofrecían la patata cocinada que había en la parte inferior y que había sido colocada con anterioridad.
Los chimpancés aprendieron a esperar a que sus cuidadores menearan el plato para comerse la patata que sabía mejor.
Los doctores señalan que su descubrimiento demuestra la importancia que tuvo el fuego y la comida cocinada en la evolución, entre los primates y los humanos, que aprendieron a disfrutar de los alimentos preparados por ellos.
